Es simple. El que es un señor en política se preocupa de cómo resolver los auténticos problemas de la sociedad y de cómo contribuir al bienestar y al bien común de todos.
El incompetente —quiero suavizar cuál es mi verdadero calificativo, se ocupa de otras cosas. Por ejemplo de exhumar o no los restos de Franco.
¿Tú de que te preocupas?
¿De ayudar a resolver los auténticos problemas de la sociedad o del sexo de los ángeles? Reconozco que si eres un incompetente, y no puedes, entonces te dedicarás a esto último.