
Un sindicato es perverso cuando olvida el objetivo de asegurar los justos derechos de los trabajadores.
Olvidan su objetivo porque se someten a las decisiones de los partidos políticos o tienen vínculos estrechos con ellos.
Entonces se convierten en un instrumento de presión para realizar otras finalidades políticas.
Entonces no defienden los derechos de los trabajadores.
Aquí ya conocemos a los sindicatos perversos.