El Papa pide que se rece por los alejados en la fe. Yo le pido que rece por los cristianos que contribuyen al alejamiento y al desencanto en la fe de los demás. Que un obispo, sacerdote o, el autollamado buen cristiano se cuestione qué responsabilidad tiene en alejar y desencantar a los demás en la fe es un imposible.
Personalmente en cuanto a la fe estoy en el desierto.
Esto es una elección personal y es mi responsabilidad.
También es cierto que bastantes buenos cristianos a lo largo de mucho tiempo han contribuido de forma personal y directa a mi alejamiento y desencanto.
Compruebo que recientemente hay un interés por parte de los responsables eclesiales en recomendar líneas de trabajo para acercase a los alejados y a los desencantados. Incluso el mismo Papa Francisco pide que se rece por los hermanos alejados.
Como es connatural a los buenos cristianos —estos que siempre están dando gracias a Dios por no ser como los demás, no se preguntan ni se cuestionan por asomo qué responsabilidad tienen ellos en el alejamiento y desencanto de otros muchos.
¿Responsables que alejan?
No he visto aún a ningún obispo, sacerdote o cristiano de los buenos que se cuestione la responsabilidad que puede tener con sus acciones u omisiones en promover el alejamiento, impedir el acercamiento y contribuir al desencanto en la fe de los demás.
El Papa dice que se rece por los alejados. Yo le pido al Papa que rece por los buenos que alejan y desencantan.
Mientras tanto, sigo viviendo en el desierto.
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