Hace un tiempo tuve que hacer un trabajo sobre la obra de Jhon Powel ¿Por qué temo amar? En este libro, este autor escribió que un día, en una entrevista con otra persona, le dio la clave del temor a amar.
Esta persona le dijo:
— «¿Por qué tengo miedo a decirte quién soy? Tengo miedo a decirte quien soy, por que si te dijera cómo soy, puede que no te gustara, y eso es lo único que tengo»
Afrontamos nuestros miedos con la mentira
Vivimos con miedo.
Con miedo en las redes sociales.
Con miedo en la calle.
Con miedo al gobierno.
Con miedo de los amigos, de la familia, de los conocidos.
El miedo se ha hecho presente en nosotros.
Vivimos el miedo a mostrarnos como somos para no ser rechazados.
Entonces solo nos queda mentir.
Mentimos a unos y a otros.
Decimos lo que se espera que digamos.
Ahí está el principio de todos nuestros miedos.
El miedo a no ser querido. Por eso no nos mostramos como somos.
Los niños y el miedo
El único miedo que tiene un niño es a no ser querido.
Los padres, los maestros, los curas… todos nos dicen que si no nos portamos bien, que si no nos portamos como ellos quieren, no nos van a querer. El mayor temor de un niño pequeño es no ser querido porque sabe que eso supone la muerte para él.
Entonces el niño aprende a mentir. Sabe que no se puede mostrar cómo es, qué es lo que siente, qué es lo que quiere. Para que le quieran tiene que responder como se espera de él.
Eso es lo que tenemos en la vida.
Si no nos portamos como quieren los demás, entonces dejarán de querernos. Entonces hemos de pagar las consecuencias.
Al fín y al cabo esto también es lo que hacen los gobiernos y las instituciones, cualesquiera que sean.
Entonces la mentira nos sale desde el corazón.
Entonces hablamos ya el lenguaje de la mentira.
Por tanto,
- No digas tu opinión.
- No emitas crítica alguna.
- No hagas juicio alguno.
- De nada sirve. Te rechazarán.
- Si acaso, escríbelo, públicalo. Ya es responsabilidad de quien te lea.
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