En la vida se presentan circunstancias que producen desconcierto, temor, angustia…por eso es la vida.
Este domingo por la mañana he estado paseando con mi esposa.
Sin darnos cuenta, hemos aterrizado en la Cripta de la Catedral.
Hemos visitado al Santísimo.
Se me ha olvidado —o no, rezar.
Solamente he alcanzado a decir «Tú sabrás».
Luego, hemos vuelto a casa paseando.
También, en nuestro convencimiento de trabajar con aquello que esté en nuestras manos.
Creo que también aceptar es una forma de orar… por qué confiamos en Dios… por qué sabemos que eso está al timón de nuestras vidas y que el nos cuidara en la tormenta hasta llegar al destino definido por El… eso me dice mi corazón